Nuestra Espiritualidad
Para los Religiosos Terciarios Capuchinos la espiritualidad Amigoniana es un camino peculiar de seguimiento a Cristo, es el motor que da vida a la misión encomendada por el Padre Fundador a través del amor y el compromiso por la vía del corazón. Tiene sus raíces en el evangelio y en la espiritualidad franciscana, inspirada y alimentadas en los modelos de Cristo Buen Pastor, la Virgen María y Francisco de Asís.

Cristo, El Buen Pastor

La figura de Cristo constituye el núcleo fundamental del carisma Amigoniano, porque es él quien ha venido para buscar y salvar a los alejados del evangelio expresándoles la misericordia del Padre. Los Amigonianos somos zagales de su rebaño y estamos llamados a ir en busca de las ovejas perdidas, caminando delante de ellas con actitud de amor, misericordia, comprensión, alegría, esperanza, entrega y generosidad.
María, Madre de los Dolores
La entrega dolorosa de María expresada al pie de la cruz la convierte en la colaboradora en la obra redentora, porque compartió su amor y su dolor por todos nosotros. Las lecciones de amor que nos ofrece inspiran la búsqueda de generosidad, misericordia, fortaleza y ternura en el desarrollo de la misión Amigoniana. En la sagrada familia, la virgen María junto a Jesús y su esposo José hacen posible los designios del amor de Dios.


Francisco de Asís, modelo de fraternidad

La caridad y el servicio a los demás, especialmente a los pobres y necesitados, hacen de San Francisco una fuente de autenticidad evangélica, una escuela de fraternidad para los Amigonianos. Desde la pobreza, la sencillez, la mansedumbre, la fortaleza, el sentido de ayuda y el deseo del bien espiritual de los hermanos, encontró a Cristo y se convirtió en testigo de su grandeza y misericordia.
Beatos Mártires Amigonianos
La caridad y el servicio a los demás, especialmente a los pobres y necesitados, hacen de San Francisco una fuente de autenticidad evangélica, una escuela de fraternidad para los Amigonianos. Desde la pobreza, la sencillez, la mansedumbre, la fortaleza, el sentido de ayuda y el deseo del bien espiritual de los hermanos, encontró a Cristo y se convirtió en testigo de su grandeza y misericordia.

Evangelio de la misericordia y nuestra Espiritualidad
“A partir del magisterio del padre fundador y de la tradición, el Evangelio de la misericordia se concreta especialmente para nosotros en los pasajes bíblicos de:
Parábola del hijo prodigo (Lc 15, 11-32)

El buen samaritano (Lc 10, 29-37)

La viuda de Naím (Lc 7, 11-17)

La oveja Perdida (Lc 15,3-7)
